Educación Media
Con el ingreso a 1º año Medio, para los Alumnos crecen las exigencias de abstracción, de pensamientos complejos y de mayor rendimiento de estudio. Acorde con estas exigencias aumentan también las horas de clases.
A partir de este nivel, se espera el estudio independiente, es decir, que los Alumnos, más allá de las tareas, trabajen por su cuenta para profundizar sus conocimientos, que por iniciativa propia repasen la materia tratada y que desarrollen la capacidad para organizarse en el estudio.
Además del trabajo en clases los alumnos participan regularmente en actividades extracurriculares del ámbito deportivo, cultural y social en los que destacan programas como
Concurso de Debates escolares, Robótica, Fútbol, Basquetball, etc.
Con esto también los jóvenes se desarrollan en distintos aspectos de su vida cotidiana
Crecimiento y autoafirmación personal
Entre los rasgos y cualidades que la Educación Media debe profundizar en el ámbito del crecimiento y la formación personal destacan:
Desarrollo de hábitos de higiene personal y social; desarrollo físico personal en un contexto de respeto y valoración de la vida y el cuerpo humano; cumplimiento de normas de prevención de riesgos.
Conocimiento de sí mismo, de las potencialidades y limitaciones de cada uno.
Reconocimiento de la finitud humana; conocimiento y reflexión sobre su dimensión religiosa sea cual sea.
Autoestima, confianza en sí mismo y sentido positivo ante la vida.
Interés y capacidad de conocer la realidad, de utilizar el conocimiento y seleccionar información relevante.
Desarrollo del pensamiento
Entre las habilidades que fomentaremos en especial, están:
Las de investigación, que tienen relación con la capacidad de identificar, procesar y sintetizar información de una diversidad de fuentes; organizar información relevante acerca de un tópico o problema; revisar planteamientos a la luz de nuevas evidencias y perspectivas; suspender los juicios en ausencia de información suficiente.
Las habilidades comunicativas, que se vinculan con la capacidad de exponer ideas, opiniones, convicciones, sentimientos y experiencias de manera coherente y fundamentada, haciendo uso de diversas y variadas formas de expresión.
Las de resolución de problemas, que se ligan tanto con habilidades que capacitan para el uso de herramientas y procedimientos basados en rutinas, como con la aplicación de principios, leyes generales, conceptos y criterios; estas habilidades deben facilitar el abordar de manera reflexiva y metódica y con una disposición crítica y autocrítica, tanto situaciones en el ámbito escolar como las vinculadas con la vida cotidiana a nivel familiar, social y laboral.
Las de análisis, interpretación y síntesis de información y conocimiento, conducentes a que los estudiantes sean capaces de establecer relaciones entre los distintos sectores de aprendizaje; de comprender similitudes y diferencias; de entender el carácter sistémico de procesos y fenómenos; de diseñar, planificar y realizar proyectos; de pensar, monitorear y evaluar el propio aprendizaje; de manejar la incertidumbre y adaptarse a los cambios en el conocimiento.
Formación ética
En nuestro colegio promovemos en los alumnos y alumnas la capacidad de:
Conocer, comprender y actuar en concordancia con el principio ético que reconoce que todos los “seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros” (Declaración Universal de Derechos Humanos, Artículo 1). En consecuencia, conocer, respetar y defender la igualdad de derechos esenciales de todas las personas, sin distinción de sexo, edad, condición física, etnia, religión o situación económica.
Valorar el carácter único de cada persona y, por lo tanto, la diversidad de modos de ser.
Ejercer de manera responsable grados crecientes de libertad y autonomía personal y realizar habitualmente actos de generosidad y solidaridad, dentro del marco de reconocimiento y respeto por la justicia, la verdad, los derechos humanos y el bien común.
Respetar y valorar las ideas y creencias distintas de las propias, en los espacios escolares, familiares y comunitarios, con sus profesores, padres y pares, reconociendo el diálogo como fuente permanente de humanización, de superación de diferencias y de acercamiento a la verdad.
La persona y su entorno
El proceso educativo busca afianzar en los alumnos y las alumnas mayores capacidades para:
Comprender y apreciar la importancia que tienen las dimensiones afectivas, espirituales, éticas y sociales, para un sano desarrollo sexual.
Apreciar la importancia, social, afectiva y espiritual de la familia y del matrimonio para el desarrollo integral de cada uno de sus miembros y toda la sociedad.
Participar solidaria y responsablemente en las actividades y proyectos del establecimiento, en la familia y en la comunidad.
Valorar la vida en sociedad como una dimensión esencial del crecimiento de la persona y capacitarse para ejercer plenamente los derechos y deberes personales que demanda la vida social de carácter democrático.
Reconocer la importancia del trabajo –manual e intelectual– como forma de desarrollo personal, familiar, social y de contribución al bien común. Valorar la dignidad esencial de todo trabajo, y el valor eminente de la persona que lo realiza. Valorar sus procesos y resultados con criterios de satisfacción personal y sentido de la vida, calidad, productividad, innovación, responsabilidad social e impacto sobre el medio ambiente.
Comprender y valorar la perseverancia, el rigor y el cumplimiento, por un lado, y la flexibilidad, la originalidad, la capacidad de recibir consejos y críticas y el asumir riesgos, por el otro, como aspectos fundamentales en el desarrollo y la consumación exitosa de tareas y trabajos.
Desarrollar la iniciativa personal, la creatividad y el trabajo en equipo, el espíritu emprendedor y las relaciones basadas en la confianza mutua y responsable.
Proteger el entorno natural y sus recursos como contexto de desarrollo humano.
Conocer y valorar los actores, la historia, las tradiciones, los símbolos, el patrimonio territorial y cultural de la nación, en el contexto de un mundo crecientemente globalizado e interdependiente, comprendiendo la tensión y la complementariedad que existe entre ambos planos.
Apreciar la importancia de desarrollar relaciones entre los hombres y mujeres que potencien su participación equitativa en la vida económica familiar, social y cultural.